La Europa de Dante

El día 6 de mayo se presentó en el Colegio Mayor San Pablo el libro La Europa de Dante, escrito por Alejandro Rodríguez de la Peña, catedrático de Historia Medieval de la Universidad CEU San Pablo. En el acto participaron también el director del Colegio Mayor y Catedrático de Teoría del Derecho Universal, Elio Gallego, que ejerció como moderador y Rafael Sánchez Saus, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz y director General de la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, encargada de organizar el evento junto a la editorial El buey mudo.

Un libro que nace por la pasión del autor hacia Dante y su estudio de meses hacia su persona porque se dio cuenta que “todavía no lo conocía lo suficiente”. Para Alejandro, Dante es un gran defensor del imperio, como lo es él y era un libro que tenía que hacer sí o sí porque este año, además, se cumple su centenario. “Eran demasiadas señales hacía una misma dirección, como una providencia de que tenía que escribir sobre esto”. La editorial también fue clave en el proyecto, pues, aunque la propuesta que le ofrecieron para escribir era sobre otro tema, acabaron fusionando ambas ideas sacando una obra muy completa donde a lo largo de las páginas de esta obra estructurada de forma tripartita a partir de tres grandes principios que, para los autores medievales, encarnaban tres grandes ciudades de la Antigüedad ―Atenas (sabiduría), Roma (poder), Jerusalén (fe)―, Dante sirve de guía para viajar en el tiempo a la edad de oro de la Cristiandad medieval: el siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV.

Una manera de conocer mejor a un genio único e irrepetible. A Dante se le considera un poeta profeta, y es que “hay que tener una seguridad para hacer eso porque ningún laico lo ha conseguido, solo él y es lo que le hace único”, dice el autor. Es cierto, que el teólogo más grande de la historia de la iglesia es Santo Tomás, pero Dante es el más importante de la Italia del siglo XIII. De hecho, se puede decir que es un hombre entre dos épocas, pero que no rompe con su época, sino que la culmina. Armoniza el legado clásico con la Edad Media y le queda una obra maestra.  “Es un reaccionario, un hombre más del XII que del XIV”. Otra característica que podremos conocer sobre esta figura histórica, es cómo llegó a ser un genio y su visión sobre los estudios. Dante sabe de todo de una manera brillante y no lo aprendió en la universidad. “Es muy crítico con la universidad”. Es defensor del modelo boloñés de que el estudiante siempre tiene la razón, tiene un carácter muy mercantilista. “Antes, el saber tenía un precio y él creía que eso no debía ser así”, matiza Alejandro.

Una obra que realza la gigantesca figura de Dante y de su obra inmortal que nos ayudan a comprender mejor esa Europa floreciente del año 1300, en particular su compleja cosmovisión cultural, política y espiritual que integra el carácter aristocrático del feudalismo de raigambre germánica, la tradición clásica grecorromana y la ética y la espiritualidad cristianas. La bella Edad Media aguarda detrás de ese triple pórtico de entrada. Un pórtico triple como el de las catedrales.