Persona y mundo en la Edad Media: algunos fundamentos de la cultura europea

El catedrático en Historia Medieval Miguel Ángel Ladero Quesada, uno de los mayores expertos de la etapa histórica en España, presentó el pasado 5 de marzo su último libro, “Persona y mundo en la Edad Media”, en el Salón de Actos del Colegio Mayor San Pablo. El acto, promovido por la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, fue introducido por el presidente de la misma, Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, quien lo es también de la ACdP y de todas sus obras. Ambos estuvieron acompañados por los también medievalistas José Ángel García de Cortázar y Enrique Cantera Montenegro, catedráticos respectivamente de las Universidades de Cantabria y UNED. Tras la apertura del acto, Ladero Quesada agradeció a los ponentes, con quienes, además del nexo común del medievalismo, mantiene estrechas relaciones personales de amistad. El autor del libro también tuvo unas palabras para otros medievalistas presentes, como Rafael Sánchez Saus, Director General de la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, y catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, y Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña, catedrático de Historia Medieval de la Universidad CEU-San Pablo. El autor ha querido tratar en esta obra algunos aspectos que considera fundamentales de la Edad Media, y que no había podido tratar con profundidad en obras anteriores,  como el concepto de hombre, la persona en la sociedad, la razón y la fe, el más allá, vicios y virtudes del hombre medieval…como el propio autor indicó en un resumen de su intervención con el que contó el público: “qué es la persona y qué el mundo, cómo entender su realidad con el uso de la razón, cómo apelar a la fe cristiana para obtener respuesta a preguntas que no la encuentran por la vía racional, y dar cohesión así a una imagen del hombre y del cosmos que nació en la Edad Media, y ha seguido inspirando muchos aspectos de la cultura europea hasta nuestros días”. A continuación, tomó la palabra Enrique Cantera, quien considera la escritura del libro como una “labor auténticamente titánica” al haber sido elaborado en tan solo dos años y contar con más de 600 páginas. El profesor Cantera alabó la capacidad de trabajo, y la rigurosa metodología y la sabiduría del autor. A continuación, señaló los aspectos del libro más destacados a su juicio. Uno de ellos es la amplitud cronológica, pues parte de la Antigüedad para concluir a inicios de la Edad Moderna, así como la variedad de cuestiones tratadas, tocando cultura, mentalidades, economía, historia de la religión, aspectos jurídico-políticos y desarrollo intelectual. Esta amplitud en cuestiones y cronología suponen que, por primera vez, se dé una óptica unitaria y transversal de la Edad Media, pues son más comunes las obras que tratan períodos más cortos y temáticas concretas o los manuales generalistas más enfocados en los hechos y tendencias políticas y sociales a medio plazo. El ponente destacó también el interés de la obra no solo para medievalistas o estudiantes de historia medieval, sino especialmente para expertos e interesados en historia y pensamiento grecorromanos o de la modernidad, así como para historiadores de la Iglesia y del pensamiento. Por último, Don Enrique enfatizó en la importancia del último capítulo, una reflexión a modo de conclusión sobre la permanencia o no de la cultura medieval en la Europa de hoy, así como en la principal función que encuentra a la obra: se trata de un libro para trabajar, reflexionar y aprender, no de una simple lectura. Prosiguió la presentación con la última de las intervenciones, a cargo de José Ángel García de Cortázar, quien destacó el trabajo del profesor Ladero Quesada como exposición de la quintaesencia de los hombres y mujeres de la Europa de los siglos III a XV, siendo la obra un atlas de aquello que estos creían, sabían, pensaban y sentían. Además, expuso brevemente la evolución de las ciencias humanísticas a lo largo de los últimos siglos, que han estudiado el comportamiento humano a través del progreso histórico, primero estudiándolo desde la política, posteriormente las instituciones, la economía, la sociología, y finalmente desde la antropología, que Ladero combina con psicología y cultura intelectual ofreciendo un estudio completo, riguroso y profundo de la persona medieval. Haciendo una asimilación con los estudios de ciencias naturales, García de Cortázar prosiguió comparando el estudio de la persona con el del átomo, constituyendo su núcleo las creencias y sentimientos, alrededor de los que orbitan los conocimientos adquiridos. Al igual que en la última intervención, se valoró lo novedoso de la obra como compendio de temáticas ya abordadas en otras ocasiones, pero de forma individual y parcial, tratándose de, parafraseando al ponente, una ambiciosa exploración de la Edad Media desde la erudición, la sensibilidad “historizadora”, la reivindicación del medievo frente a la Leyenda Negra y el reconocimiento de la deuda adquirida con nuestros abuelos medievales. La presentación del libro concluyó con unas breves palabras de Alfonso Bullón de Mendoza.

Todos somos frágiles

La Fundación Cultural Ángel Herrera Oria ha sido la encargada de presentar el libro sobre salud mental, Todos Somos Frágiles (también los psiquiatras).  El acto, estuvo presentado y conducido por la periodista especializada en sanidad, María Fernández, y contó con la presencia de los autores Aquilino Polaino (Psiquiatra) y Álvaro Sánchez (periodista). Un argumento muy atípico pero que resulta muy sanador. Una conversación sencilla, sin censura ni prejuicios entre un psiquiatra que acaba de colgar la bata y un periodista que le hace más de cien preguntas sobre temas profundos, que todos tenemos y vemos en la sociedad día a día pero que nunca llegamos a profundizar: depresión, alegría, soledad, familia, inmadurez, valores, suicidios, vidas con sentido, obsesiones, ilusiones, alcoholismo, medicina, drogas, salud, ataques de pánico, libertad para cambiar, incertidumbres, motivaciones, disforia de género, confianza, sexo sin alma, fe en las personas, emociones desbocadas, inteligencia emocional, muerte y resurrecciones. Durante el diálogo que mantuvieron, dejaron claro que fue un proceso cansado y en ocasiones hasta complicado, pero que finalmente el resultado fue muy positivo: “es complicado introducir el contenido de 35 años de profesión en unas cuantas páginas, pero al final ha quedado algo muy bonito, de lo que estoy muy satisfecho”, admite el Dr. Polaino. Además, reconocen que, a pesar de lo que pueda parecer por el título, es un libro muy esperanzador porque cuenta muchas realidades que, aunque muchas veces sean duras, nos llevan a escarmentar, a aprender, a mejorar. “Es un libro terapéutico que se puede leer con una sonrisa”, dice Álvaro. Pero, sin duda, el pilar de la obra es poder dar una mayor visibilidad e importancia a la Salud Mental y a los profesionales encargados de tratarla. Cada año, aumentan las patologías, sobre todo entre gente joven, y aunque la sociedad es cada vez más consciente de ello, según Álvaro, aún queda mucho recorrido. Una de las cosas que menos se tienen en cuenta siempre es a los profesionales: “Los sanitarios son oro y la sociedad no es consciente de ello”. Hay una corriente social sobre la importancia del cuidar, los personajes públicos están ayudando mucho contando sus historias, pero no siempre es suficiente. Es importante que se haga hincapié en la necesidad de hacer visitas a un psicólogo o psiquiatra, que no se vea como algo raro y el periodismo tiene que tener un papel fundamental en la difusión de información. “El periodismo tendría que aumentar la información sobre salud mental. España es un país muy pobre en eso y la situación no se arregla haciendo un artículo en los dominicales sobre salud”, señala el Dr. Polaino. Respecto al futuro, admite que se tendría que cambiar el modelo porque “cada vez surgen más patologías en una misma persona y los psiquiatras se ven saturados, por tanto, o cambia la sociedad o la psiquiatría lo pasará mal, ya que cada caso será más complejo y nunca se pondrá un tratamiento eficaz.” Una lectura hecha para para todos aquellos que buscan el sentido de la vida. Vivimos en una sociedad llena de estímulos, incertidumbres… que sin duda está afectando a nuestra mente, por eso es importante asimilar para siempre que nadie es perfecto, que a todos nos pasan cosas, y que todos somos frágiles, incluso los psiquiatras.

El sepulcro del Apóstol Santiago: Tradición, Fe y Arqueología

El martes 20 de febrero visitó la capital D. Francisco Buide del Real, Canónigo Archivero-Bibliotecario de la Catedral de Santiago de Compostela quien, acompañado por D. Juan Caamaño Aramburu, patrono de la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, ofreció una interesante conferencia auspiciado por la mencionada Fundación. La investigación y exposición de Buide versó sobre el sepulcro de Santiago Apóstol, desde el descubrimiento del mismo hacia el 829 en Iria Flavia por el obispo Teodomiro durante el reinado de Alfonso II, hasta las últimas investigaciones arqueológicas desarrolladas en nuestro tiempo, pasando por el inicio de las peregrinaciones en el siglo X, la construcción de la catedral románica en el siglo XII, la presencia de peregrinos llegados de todas partes del continente, el cerramiento de la tumba con Gelmírez, el ocultamiento de las reliquias en el siglo XVI ante el peligro del desembarco del pirata inglés Francis Drake, y el redescubrimiento de las mismas en el siglo XIX de la mano de López Ferreiro. El canónigo archivero dio una lección magistral de historia, arqueología, tradición y Fe. Entre otras cosas y apoyado por una exhaustiva investigación, Buide afirmó que la presencia del Apóstol en el extremo occidental de Hispania fue ya recogida por fuentes de los siglos VI y VII. Otro de los puntos más llamativos que trató el sacerdote gallego fue la presencia de peregrinos llegados de otras zonas de Europa, tanto occidental, como oriental y desde la propia Inglaterra. El primer peregrino registrado oficialmente con nombre y apellidos fue Godescalco de Puy, que realizó la peregrinación entre diciembre y enero de los años 950 y 951, con motivo de la celebración del Santo en la fecha seguida por la tradición palestina, que fue también la escogida por Hispania durante siglos antes de seguir la celebración romana. En el siglo XIII ya hay evidencias de la existencia de peregrinos del cristianismo armenio pertenecientes al pueblo tártaro, y en 1493 sabemos que el obispo Arzendjan de Armenia pasó por Santiago. Los ingleses también peregrinaban desde distintos puntos de Gran Bretaña, que incluyen Bristol (con Margery Kempe en 1417) y Plymouth (William Wey de Oxford en 1456), y se sabe que entre los siglos XIV y XV se fletaban barcos con hasta 300 peregrinos por viaje desde la isla. A pesar de esto, Buide no olvida distinguir entre los distintos tipos de caminantes que realizaban el tránsito hacia Santiago, pues los peregrinos solo eran un grupo, habiendo otros dos: aquellos que realizaban el Camino por curiosidad y los vagabundos que tenían la esperanza de ser acogidos y ayudados en la ruta. Todos estos datos y muchos más pueden escucharse en nuestro canal de YouTube, donde ofrecemos la conferencia completa.

Santidad y Sociedad en el Virreinato de Perú entre los siglos XVI y XVIII

El pasado lunes 19 de febrero, la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria tuvo el placer de recibir en las instalaciones de la Facultad de Económicas CEU San Pablo a Rafael Sánchez Concha, catedrático de la Pontificia Universidad Católica de Perú. En una magnífica lección magistral, el profesor peruano habló de los distintos santos y virtuosos del Virreinato de Perú, sus diferentes orígenes (criollos, mulatos, indígenas, hidalgos o villanos…), su relación con las instituciones, no solo eclesiásticas, sino también de poder y gobierno, siendo muchos de ellos muy cercanos a virreyes y altos funcionarios. En una sociedad elitista que diferenciaba, si bien no de iure, muchas veces de facto, entre etnias y orígenes, la santidad igualaba a todos, y estaba por encima de cualquier característica racial o social. El ponente hizo especial hincapié en figuras bien conocidas como Santa Rosa de Lima o San Martín de Porres, y aclaró que, al igual que ocurrió en la Europa latina, también el Virreinato de Perú tuvo una época de esplendor y gran concentración de santos y virtuosos, que se dio especialmente entre los años 1586 (nacimiento de Santa Rosa de Lima) y 1606 (muerte de Santo Toribio), aunque, por supuesto, se dieron perfiles antes y después. El siglo XIX es el menos estudiado en cuanto a los santos, tanto en Perú como en otros países, puesto que se dieron la Ilustración, “enemiga de la piedad popular” en palabras del propio Sánchez Concha, y el Romanticismo, que ensalzaba al “héroe” por encima del santo, desviando la atención de los poderes públicos. La conferencia fue apoyada y presentada por la Doctora María Saavedra Inaraja, doctora en Historia de América, profesora de la Universidad CEU San Pablo y directora de la Cátedra Internacional CEU Elcano-Primera Vuelta al Mundo. Puedes seguir la sesión completa en nuestro canal de YouTube.