Juan Pablo II y su portavoz
Rafael Navarro-Valls, vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, visita la Fundación Ibercaja en Zaragoza para hablarnos del trabajo de su hermano Joaquín como portavoz del papa Juan Pablo II, cargo que desempeñó desde 1984 hasta la muerte del mismo, tras lo que se mantuvo otros 15 meses al servicio de Benedicto XVI. Joaquín Navarro-Valls, que falleció en 2017, solo tuvo dos exigencias para aceptar el cargo, transparencia y línea directa con el pontífice. Las experiencias de estos años de servicio han sido recogidas en “Mis años con Juan Pablo II”, libro en el que se recogen las notas personales del portavoz, y que fue presentado en colaboración con la Fundación Ángel Herrera Oria y el Instituto Karol Wojtyla – San Juan Pablo II en el mes de mayo. Nuestro director, Fernando Lostao, participa en esta charla con el hermano del protagonista.
Hogar Nazaret, un trocito de cielo
El padre Ignacio Doñoro de los Ríos, fundador del Hogar Nazaret, acompañado de Riky Maiky Fernández, primer joven del Hogar, y Rut Balbás, misionera laica, visita el CEU en una mesa redonda organizada por la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria y la Editorial Nueva Eva. Moderados por Marta Moreno Candel, editora de Nueva Eva, nos hablan de las historias del Hogar Nazaret, la vida de los niños en el mismo y la acción de Jesús, la Virgen y Dios en la casa, ubicada en el Amazonas Peruano. Entre otras cosas, señalaron que Hogar Nazaret vive y sobrevive de la providencia, pues no cuentan con apoyo de gobiernos ni ONGs, sino que son las donaciones particulares las que permiten que el proyecto siga adelante. El Hogar Nazaret cuenta siempre con un número indeterminado de niños y adolescentes, pues las entradas y salidas son constantes; por lo general, los niños acogidos tienen a partir de cinco años, aunque también cuentan con un programa para embarazadas y sus bebés.
En defensa de la Verdad, 2018
Desde hace tiempo se viene afirmando que la fe cristiana es irracional porque es incompatible con la ciencia. En las diferentes Jornadas Ciencia y Fe hemos venido examinando esas afirmaciones a la luz de los resultados reales de la ciencia. Según constatamos repetidamente, en muchas ocasiones se mezcla la ideología materialista con la ciencia, sin discriminar entre lo que según la aplicación del método científico se puede afirmar y aquello que son interpretaciones que ya presuponen una postura metafísica de tipo materialista. Esto es, se interpretan los hechos científicos según determinados supuestos metafísicos adoptados de antemano y luego se utilizan los resultados para intentar hacer ver que son una prueba de esas posturas metafísicas. Esas falacias quedan de manifiesto cuando se examina lo que realmente dice la ciencia.
Abundancia y pobreza, 2019
En los últimos decenios hemos vivido un enorme desarrollo de las tecnologías, lo que nos permite una eficiencia cada vez mayor en la producción de bienes materiales de todo tipo y también en muchos servicios, como las comunicaciones y los transportes. Millones de personas han conseguido un bienestar material como nunca antes. Al mismo tiempo estamos viviendo múltiples crisis a nivel mundial: guerras muy destructivas, millones de desplazados y migraciones en masa. La población mundial se va concentrando en grandes zonas de chabolismo y miseria en la periferia de las grandes ciudades, zonas propicias para la actuación de demagogos. Estamos viviendo un fuerte ataque a los valores que mantienen la cohesión de la sociedad ¿Adónde vamos? ¿Es posible seguir avanzado de manera que toda persona de buena voluntad pueda sentirse incluida en las ventajas del progreso?
Más sociedad, menos y mejor Estado
La proyección política de Jacques Maritain en el siglo XXI
La últimas décadas del siglo XX A medida que la dirección del INEHCA y los amigos de Diàlegs me han insistido en presentar por escrito la exposición que hice en la mesa redonda que tuvo lugar el 4 Noviembre de 2003 me he visto obligado a cambiar el título inicial[1]. La mesa redonda llevaba por título La influencia de Jacques Maritain y en ella me correspondió presentar la influencia en el conjunto de los partidos demócrata-cristianos españoles y europeos. En lugar de redactar unas páginas sobre esta influencia de la que ya hay constancia escrita en numerosas y acreditadas publicaciones[2] las he decidido redactar sobre su proyección política en el siglo XXI. Mi acercamiento a Maritain no se produjo a través los estudios reglados de Historia de la Filosofía Contemporánea a principios de los años ochenta en los que terminé lo que entonces se llamaba el segundo ciclo de Filosofía. Fue nada más terminar la carrera y por el contacto que mantenía con Carlos Díaz, quien no sólo me permitió hacer las prácticas en su instituto sino que me invitó a que escribiera el volumen del personalismo que por entonces él coordinaba para la Editorial Cincel. Fue un reto importante porque me veía obligado a resumir toda la historia del personalismo en apenas 200 páginas. Hoy sabemos que aquella colección se amplió por el interés que despertó y dedicó números monográficos a Maritain, Levinas o Zubiri, pensadores que, en un principio, sólo tenían cabida en la colección en un libro que llevaba por título Un humanismo del siglo XX. El personalismo.[3] De estos años, un momento importante fue el verano de 1981 cuando Eugenio Nasarre organizó en la UIMP un curso que prepararía el centenario de su nacimiento (1882). El curso llevaba por título “Jacques Maritain: su teoría de la sociedad democrática, hoy”, en él se dieron cita personajes importantes que hicieron balance de la presencia de Maritain en Chile (el ex ministro Jaime del Castillo), en Venezuela (Rafael Caldera), en Francia (Jean Lecat, Marcel Merle, Etienne Borne), en Cataluña (Ramón Sugranyes), en Italia (Roberto Papini, Antonio Pavan) y en el conjunto de España: Fernando Álvarez de Miranda, Juan García Barbón e Iñigo Cavero. Este último ha sido quien ha representado a la sección española del Instituto Maritain y quien de forma persistente ha reivindicado su actualidad para la formación de cuadros sociales, culturales y políticos. Fueron tiempos en los que arrancaba el Instituto Emmanuel Mounier y donde se iniciaba todo un programa de trabajo en el que se mantendría el interés filosófico, cultural y socio-político por Maritain. Un interés filosófico que contrastaba con el desinterés político que tenían las distintas familias de políticos demócrata-cristianos o social-cristianos. Aquellos políticos que articularon la UCD estaban más preocupados por consolidar la democracia y clarificarse estratégicamente que por tener banquillo y cantera para sus proyectos. Esta preocupación se mantenía de manera especial en la Cátedra Cristianismo y Vida Pública que, con la ayuda de la Fundación Humanismo y Democracia, organizaba periódicas sesiones de trabajo sobre temas de interés social, político y religioso. Con el esfuerzo de su director, el profesor Juan María Laboa, la influencia política de Maritain estaba en el trasfondo de los seminarios cuando planteábamos las bases éticas y políticas de la presencia de los cristianos en la vida pública. También en 1986 se celebró el cincuentenario de la publicación de Humanismo Integral y con este motivo el CEU San Pablo de Madrid y el Instituto Internacional Jacques Maritain organizaron un seminario sobre su obra[4]. Un año más tarde aparecía el volumen que la editorial Cincel le dedicó con el título El pensamiento de Jacques Maritain, con la autoría formal de Juan Ramón Calo y David Barcala pero con la autoría real de Carlos Díaz quien coordinó y redactó el texto[5]. Estos fueron dos momentos significativos en el mantenimiento del interés por Maritain dentro de la cultura política española. En el ámbito jurídico y académico de los años ochenta, Maritain es reivindicado de una manera muy especial por el entonces profesor-diputado y hoy rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces Barba. Digo de una manera “especial” porque con Maritain arrancaba y se constituían las bases filosófico-jurídicas para organizar espacios de investigación sobre los derechos humanos. Además, para este profesor, Maritain desempeñaba dos papeles importantes en aquel momento cultural y político: por un lado era un “símbolo” para tomar distancias con el catolicismo del régimen de Franco, un régimen que despreció el catolicismo “liberal” del pensador francés. Por otro lado, era un “puente” entre el antiguo mundo académico de la filosofía jurídico-política donde se profesaban escolásticas neotomistas y el nuevo mundo académico de la filosofía del derecho donde se profesaría el “iusnaturalismo positivista” de los derechos humanos (que algunos han llamado iuspositivismo). Expectativas de tradición: el personalismo comunitario Cabría pensar que la actualidad filosófica y política de Maritain está condicionada por la apropiación que de él de han hecho los partidos políticos demócrata cristianos, sin embargo, en nuestro país, esa apropiación -cuando se ha dado- no sólo ha estado llena de polémicas y malentendidos más caracteriológicos que conceptuales, sino que ha sido, en líneas generales, más programática que sociológica. En los últimos años del siglo XX, Maritain ha permanecido, entre un conjunto plural de autores, como una referencia genealógica más que una referencia práctica, es decir, como un personaje importante en los orígenes de la democracia cristiana europea, pero una referencia que se ha sabido actualizar cuando se ha intentando responder a los nuevos desafíos políticos. Tampoco ha sido gestionada su presencia desde ninguna asociación o grupo con relevancia social o cultural, como si Maritain no planteara importantes desafíos ante una sociedad civil europea post-metafísica, desnortada de valores y convicciones. Una sociedad civil que no es la de los años 60 y 70 como se pensaban los responsables de formación de los partidos demócrata cristianos que han intentado continuar la obra de Maritain en los años 90. Hasta hace pocos años, sólo había